Llegué tarde, el acto había finalizado,
las vallas a un costado daban paso
a la cotidiana ‘’esponja que se chupa todo’’.
La vanguardia del otoño confundida
entre los volantes y panfletos
crujía bajo mis zapatos agujereados,
y ahí, en las veredas de la ESMA,
mi cuerpo, insignificante y enfermo
no pudo contenerme y traspasé las rejas,
liberando hombres y mujeres de la muerte,
acunando a niños que reían,
bajando a Cristos del calvario,
ajusticiando para siempre a la tortura.
Entonces, sobre un paño verde;
oscuro como la desesperanza,
cientos y cientos de rostros me miraron
tras las fotografías con nombre y apellido,
rostros que emanaban vida
en esa atmósfera de muerte.
Y encontré nombres y rostros conocidos;
juro que me busqué entre los muertos
cuando sentí vergüenza de estar vivo.
Caminé de una punta a la otra la vereda,
deambulé sin embargo otro sendero,
donde abracé a todos mis compañeros
sin atreverme a acariciar ninguna foto.
Prendí un cigarrillo para desenvenenarme,
de las entrañas me gritaba un poema,
me pregunté si Serrat, si Gieco, o si Heredia
habrían cantado todas mis lágrimas,
mi clamor de justicia, mi inmortal utopía.
Derrumbé mi cuerpo junto a un árbol,
lloré para adentro refrescando mi alma,
y escupí hacía afuera lágrimas de odio.
‘’La internacional’’ no me salía,
y me alejé en silencio...
con todos mis fantasmas.
LOBO
( Partido de los Poetas)
domingo, 5 de octubre de 2008
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2 comentarios:
aguante carajo!!!!!!!
lukas
Quedamos así, carajo mierda! jaja! Abrazo
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